Ingredientes
1 berenjena grande o dos medianas.
2 cebollas medianas cortadas a
dados.
Aceite de oliva
Pimienta negra recién molida
Orégano
Canela
Sal
Elaboración:
-Ponemos a asar la berenjena entera
en una asadora (o en el horno). Cada 10 o 15 minutos la cambiamos de posición
para que se ase bien por todas partes.
- Mientras se asa la berenjena,
lavamos las cebollas y las cortamos a cuadritos.
Ponemos una sartén al fuego con
un chorro de aceite de oliva. Dejamos
que coja un poco de temperatura y añadimos la cebolla y un pellizco de sal.
Removemos bien, tapamos la sartén y bajamos el fuego. Tras unos minutos,
removemos otra vez. Cuando la cebolla ya esté transparente, espolvoreamos la
canela, el orégano y la pimienta, al gusto y mezclamos bien. Rectificamos de
sal, si es necesario.
-Pinchamos la berenjena con un
tenedor para ver si ya está blanda (en una media hora suele estar hecha).
Cuando está hecha, la abrimos y
vamos sacando la pulpa. La cortamos a trozos pequeños.
-Mezclamos la cebolla y la
berenjena en una fuente y ya está lista esta morcilla tan particular. ¡Y sabe a
morcilla!
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